viernes, 20 de julio de 2012

Danza

               

 Danza, una bella expresión de adoración a Dios



La danza cristiana es una bella expresión de adoración a Dios. Como danzoras, nuestro principal vestido o traje de danza cristiana debe ser la santidad, el temor a Dios, el obedecerle. Y el amar a Dios por sobre todas las cosas. Ese vestuario es nuestro vestuario espiritual. Por que el vestido físico puede estar muy adornado y diseñado perfectamente, con telas esplendidas, pero sin santidad no vale esto.
                         
La danza proviene de las raíces del cristianismo. En el Antiguo Testamento se dan a conocer una serie de episodios donde está presente algún tipo de danza como una expresión de las emociones y convicciones del hombre frente a su Creador.


Aunque la danza es una forma de veneración que data desde los comienzos de la relación de Dios con el hombre, podemos ver etapas de la historia del cristianismo donde este modo de adoración estuvo en silencio en las iglesias. Sin embargo, en tiempos actuales el Señor ha comenzado un proceso de restauración de la danza en distintas congregaciones del mundo.
   La danza que hacemos para el Señor es genuina, pura, sin movimientos mal intencionados, con un corazón integro, dispuesto a ser rebosado para de lo que el nos da ministrar al pueblo necesitado, no se trata de bailes carnales, sino de danzas que salen de nuestro corazón después de haber intimado con Dios. Cuando danzamos estamos pidiendo a Dios por las bendiciones del pueblo que este allí reunido, por eso cuando seamos participes de una celebración con danza unámonos a ella, ya que la danza no es un espectáculo, es la mas sincera adoración a Dios, es entregarle a él nuestros cuerpos, para que después de haberle adorado, él dance a través de nosotros, y la congregación pueda ser bendecida.

 Todo danzor debe vivir en Adoración, Adoración es un estilo de Vida consagrado a DIOS, corazones dispuestos a ser ministrados para ministrar!

                                                 
                                                  Citas Bíblicas:


Salmo 150:4 Alabadle con pandero y danza; alabadle con instrumentos de cuerda y flauta.                           
Éxodo 15:20:Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó en su mano el pandero, y todas las mujeres salieron tras ella con panderos y danzas.
Salmos 30:11: Tú has cambiado mi lamento en danza; has desatado mi cilicio y me has ceñido de alegría;

2 Samuel 6:14  ... David danzaba con toda su fuerza delante del SEÑOR,y estaba vestido con un efod de lino.
Jeremías 31:13:  Entonces la virgen se alegrará en la danza, y los jóvenes y los ancianos a una; cambiaré su duelo en gozo, los consolaré y los alegraré de su tristeza.

                                 
                               Características de un Danzor o Danzarina


   •   Amar a Jesús
   •   Compromiso
   •   Sensibilidad
   •   Atraer la presencia de Dios
   •   Deseo de servir
   •   Ser un adorador y tenerlo como estilo de vida
   •   Corazón puro
   •   Consagrarse a Cristo
   •   Obediencia
   •   Sujetarse a la autoridades espirituales




Chicas Expresando con su Danza Cuan Grande es Dios



                     
















Pasion


 ¿DE DÓNDE PROVIENE TU PASIÓN?

“Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte”.
(Éxodo 3:12)
Muchos podrían decir que la pasión de Moisés provino de aquella experiencia que tuvo con Dios mientras la zarza ardía. Otros podrían decir que con el paso de los años que anduvo en el desierto, esa llama apasionada ardió hasta que no la pudo resistir.
Pero la llama de Moisés ardió en su corazón desde el principio, aún antes de él haberse percatado siquiera de que algo ocurría en su interior, ya Dios había colocado una pasión en su interior. Dios había puesto un sentir, un celo, un amor, un propósito.
Conocemos de cómo Jehová guardó y preservó la vida de Moisés para que no muriera en aquella matanza que Faraón había ordenado. Dios planificó todo tan exactamente que a pesar de que la hija de Faraón adoptó a Moisés como su hijo, él fue criado por su verdadera familia. Conocía la costumbre hebrea y la costumbre egipcia, tuvo lo mejor de las dos educaciones.
Pero cuando es verdaderamente manifiesta la pasión y el pensamiento que había en el interior de Moisés, fue cuando en aquel altercado mató a un egipcio para salvar la vida de un israelita al que estaban oprimiendo. Éxodo 2:11-12 nos relata lo siguiente: “En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena”.
Un fuego ardió en el corazón de Moisés, una ira se apoderó de él al ver cómo sus hermanos hebreos eran oprimidos bajo el yugo de la esclavitud. Podemos observar cómo Moisés teniendo los privilegios y siendo un príncipe en Egipto, puede identificar y sopesar que estaban maltratando a uno de sus hermanos hebreos. Y aunque lo que hizo no estuvo correcto, es en ese momento donde la vida de Moisés da un giro total y comienza su viaje de escape al desierto. Un desierto que lo llevaría a escuchar la voz de Dios y en el que le es revelado el propósito especial que Dios tenía pautado para su vida. Porque a través de ese desierto Dios fue moldeando el carácter y la vida de Moisés.
Cuando analizamos la vida de Moisés podemos observar que su vida fue una llena de victorias, pero también llena de desiertos. La mayor parte de su vida estuvo transitando el desierto, pero Dios cumplió su propósito en él. Hizo de Moisés un gran caudillo, un libertador que llevó al pueblo de Israel a conocer a un Dios real y milagroso.
Aunque la vida de Moisés fue una en la que tuvo que desarrollar el fruto de la paciencia, en las que hubo momentos que el pueblo se levantó contra él o que sus propios hermanos murmuraron contra él, nada lo pudo sacar de carrera. La pasión y la experiencia que tenía continuamente él con Dios hacia que se parará en la brecha y fuera un intercesor increíble. Pues a pesar de lo obstinado y rebelde que era el pueblo israelita, Moisés intercedía para que Dios tuviera misericordia de ellos.
De Moisés hay tanto que podemos aprender. Ya quisiéramos muchos poder dividir las aguas del Mar Rojo y hacer las proezas que Dios le permitió hacer. Pero Moisés tuvo un compromiso serio con Dios, era profunda la amistad que tenía, de tal manera que el rostro de Moisés resplandecía en el monte Sinaí. Tal era la pasión que podía hablar con Dios de tú a tú y en determinado momento ver las espaldas del Todopoderoso.
Y hoy te invito a que medites acerca de las cosas que están en tu corazón y pensamiento. ¿Cuáles son tus deseos, metas y objetivos? ¿Están centrados en cumplir tu propio propósito o tu objetivo es que se haga la voluntad de Dios en tu vida? ¿Estás dispuesto a ser expuesto al fuego, a vivir la calumnia e intriga de la gente? ¿Estás consciente de que por muchas ocasiones tendrás que pasar una estadía en el desierto? ¡Sí, lo sé, no siempre es fácil! Pero bien vale la pena el esfuerzo y muchas veces hasta el dolor que pasamos en el proceso. Porque Dios predominará en nuestras vidas, porque podremos hacer en su nombre proezas y maravillas. Porque si dejamos que esa pasión arda en nuestras vidas, cumpliremos aquello para lo que hemos sido llamados.

Nuestra pasión no puede provenir ni de las circunstancias, mucho menos de lo que nos digan otros. Tiene que surgir de esa experiencia y vivencia con Dios, de ese deseo que él inyecta en nuestras venas, que sopla en nuestros poros, de esa presencia sublime que nos hace saber que estamos en el mismo centro de su voluntad.




 


Danza Restauración, con su coreografía "Ese Soy Yo" de Tercer Cielo en el 3er Congreso de Danza: En Manos del Alfarero